Sin las mujeres, Kobalt no existirí­a

20 años dedicado a un mismo sector dan para mucho. Muchísimo. Dan para aprender de los éxitos y los fracasos, para ganar experiencia, para enseñar a otros y para ir pasando el testigo.

Pero sobre todo, veinte años te dan perspectiva. Muchísima perspectiva. Y ha sido un auténtico placer ser testigo del auge de las mujeres en esta industria. Con la explosián de la localizacián y las nuevas tecnologías, las mujeres han ocupado con enorme éxito los nuevos roles que han ido surgiendo en esta industria y hoy encontramos un porcentaje mayoritario de mujeres en cualquier cargo desde la traduccián y la creacián de contenidos, a la gestián de proyectos, la localizacián, el asociacionismo y cualquier campo de investigacián que se nos pueda ocurrir.

Y son las generaciones nuevas las que realmente están intentando acabar con todo tipo de estereotipos y, a mi modo de ver, son las que borrarán cualquier rastro de separacián de roles por sexos que pudiera haber. Incluso en las funciones en las que tradicionalmente había más hombres en nuestro sector, como ingeniería o cargos directivos, encontramos ahora a grandes mujeres profesionales a las que, personalmente, admiro y de las que tengo mucho que aprender.

En Kobalt somos un 80% mujeres y nunca ha sido algo buscado. El día que contraté al primer empleado de Kobalt, solo me fijé en que fuera la persona ideal para el puesto y así ha sido desde entonces. La estadística se ha ido formando sola. Nosotros solo buscamos al mejor candidato para cada puesto.

Así que desde aquí quiero dar las gracias a Maria, Myriam, Sara, Marta, Laura, Amalia, Lydia, Alice, Heather, Chiara, Victoria, Jacqueline, Erin, Margarita, Joanna, Sarah, Allison, Kate, Lenka, Stephanie, Noelia, Irene, Konstantina, Adel, Claudia, Izumi, Birgit, Natalia, Juliette, Yusuk… ¡y tantísimas otras por vuestro magnífico trabajo!

Sin vosotras, Kobalt no existiría.

Desde aquí, mi humilde homenaje a todas ellas.

Ricard

Granollers, 8 de marzo de 2019